1º bac: (anaya) 1 El invento de la religión

 ¿Qué entendemos por religión?

http://grc.anaya.es/grc/act/e8465035/1435824567/index.html

 1. El mundo en el que vivimos

http://grc.anaya.es/grc/act/e8465035/1424771824/index.html

 2. Experiencias personales

http://grc.anaya.es/grc/act/e8465035/1424771839/index.html

http://grc.anaya.es/grc/act/e8465035/1424771873/index.html

1º BAC: TEMA 1.3: 22,23,24,25,26,27. (EDB)

http://edebe.com/educacion/documentos/109592-0-529-Reli%201Bach%20CAS_ud.pdf

http://epe.edebe.com/content/view/12881/0/0/flash/index.html

http://www.taringa.net/posts/imagenes/6107247/Los-10-Templos-mas-Majestuosos-del-Oriente.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_gregoriano

https://es.wikipedia.org/wiki/Festividades_jud%C3%ADas

2º eso: T.1.1: Experiencias humanas y cristianas Cuento: «El pájaro del alma»

La persona está formada por diferentes dimensiones o aspectos fundamentales:
el cuerpo, la inteligencia, la afectividad, la individualidad, la sociabilidad y la espiritualidad.
El siguiente cuento enseña la importancia de desarrollar la dimensión espiritual: escuchar y cuidar la propia alma para ser más feliz con Dios, con los demás, consigo mismo y con la naturaleza.
1.1 Cuento: «El pájaro del alma»

En lo más hondo del cuerpo habita el alma. Nadie la ha visto nunca, pero sabemos que existe y que vive en nuestro interior. Dentro del alma, en su centro, está, de pie sobre una sola pata, un pájaro: el pájaro del alma.
Él siente todo lo que nosotros sentimos. Cuando alguien nos hiere, recorre nuestro cuerpo con fuertes dolores. Cuando alguien nos quiere, salta de alegría en nuestro interior. Cuando alguien nos llama por nuestro nombre, presta atención a la voz, para averiguar qué clase de llamada es esa. Cuando alguien se enfada con nosotros, se queda silencioso y triste. Y cuando alguien nos abraza, le hace tanto bien que crece hasta llenar nuestro cuerpo.
El pájaro del alma está hecho de muchos cajones. Cada uno está cerrado por una llave especial. Y solamente él puede abrirlos con su otra pata.
Él tiene cajones para todo lo que sentimos: ¡Un cajón para cada sentimiento!
Un cajón para la alegría y un cajón para la tristeza. Uno para la envidia y otro para la esperanza. Uno para la decepción y otro para la desesperación. Uno para la paciencia y otro para la impaciencia. Un cajón para el odio y otro para el enfado. Uno para la pereza, otro para nuestro vacío y otro para los secretos más ocultos.
Y hay más cajones. Cada persona puede añadir todos los que quiera. También, puede elegir y decirle qué llaves girar, y qué cajones abrir. Pero, a veces, es el pájaro quien decide. Por ejemplo, cuando la persona quiere callar y le ordena abrir el cajón del silencio; pero el pájaro abre el cajón de la voz, y la persona habla sin parar.
Cada persona es diferente por el pájaro del alma que lleva dentro.
Un pájaro abre cada mañana el cajón de la alegría, y la alegría se desparrama por el cuerpo, y la persona se siente feliz. Otro pájaro, en cambio, abre el cajón del enfado, y la persona se siente enfadada. Un pájaro que se siente mal abre cajones desagradables. Un pájaro que se siente bien elige cajones agradables. Por ello, hay que cuidarlo y escucharlo atentamente. Él nos llama. Desea ser nuestro amigo. Pero pocas veces lo escuchamos y vivimos como si no existiera. Hay quien se hace amigo del pájaro. Hay quien lo cuida y lo escucha a menudo. Hay quien rara vez lo escucha. Hay quien ni siquiera cree que exista. Por eso, si queremos encontrar la verdadera felicidad, es
conveniente, en el silencio de la noche, escuchar al pájaro del alma que habita en nuestro interior.
(Adaptación de El pájaro del alma, de Mijal Snunit. FCE, México, 1993).

1 ¿Qué es el alma? ¿Y el «pájaro del alma»? ¿Dónde vive?
2 ¿Por qué es importante escuchar y ser amigo del «pájaro del alma»?
3 ¿Qué frase o parte del cuento te gusta más? ¿Por qué?
4 ¿Qué te enseña este cuento?
5 Prepara un debate siguiendo estos pasos:
a) Escribe, en un papel y de forma anónima, un buen sentimiento para ser feliz. Y en otro papel, un sentimiento negativo.
b) Deposita cada papel en una caja diferente.
c) Cuando estén dentro los papeles de todos los compañeros, elige uno bueno y otro malo, y léelos en voz alta.
6    Después de leer todos los papeles, participa en el debate contestando a las preguntas:
a) ¿Cuáles son los tres mejores sentimientos que debemos desarrollar para ser felices? ¿Y
cuáles debemos evitar? ¿Por qué?
b) ¿Qué podemos hacer para ser amigos de nuestro «pájaro del alma» y hablar con él?

2º eso: T.1 =Dios, persona y religión

Comenzamos
El sentido religioso del ser humano
La persona humana es una criatura de Dios, libre e inteligente. Ha sido creada por Él a su imagen y semejanza, y es el ser más complejo de toda la Creación por su diversidad de necesidades y dimensiones originales: su cuerpo, inteligencia, afectividad, individualidad, sociabilidad y espiritualidad.
Estas dimensiones le diferencian de los demás seres vivos. Además, por su dimensión espiritual y origen divino, la persona tiene un sentido religioso de su existencia, del mundo, del universo…
Este sentido religioso le lleva a preguntarse sobre el sentido último de su vida: ¿de dónde
vengo? ¿Adónde iré después de la muerte? ¿Dónde podré encontrar la felicidad completa
y la salvación eterna? Le hace buscar a Dios y querer relacionarse con Él. Le convierte en un ser religioso. Y le lleva a integrarse en una religión para relacionarse y unirse a su Creador.
Por todo ello, es importante conocer las características del ser humano en relación con
Dios y la religión.
• ¿Por qué el ser humano tiene un sentido religioso?

Reflexionamos
Para situarnos
❚ Etimología de religión.

«La palabra “religión” viene del latín religio,
formada con el prefijo re- (indica intensidad), el verbo ligare (ligar
o amarrar) y el sufijo –ión (acción y efecto). Entonces “religión” significaría
algo así como acción y efecto de ligar fuertemente (con Dios)». (http://etimologias.dechile.net/?religio.n).
❚ Importancia de la religión.

«Seis de cada diez habitantes del planeta creen que la religión es positiva para la sociedad. Dinamarca y España, dos de los países con peor opinión sobre el impacto
de lo religioso. (…) Una encuesta realizada el año pasado en 65 países, entre ellos Argentina, que abarcó a 66 806 personas (…), revela que la religión continúa siendo para la mayoría de la gente en casi todo el mundo importante y positiva para la sociedad».
(http://www.periodistadigital.com/religion/ 22 de abril 2014).
❚ Los cristianos son los más felices en Twitter.

Este es el resultado de la investigación realizada en 2013 por la Universidad de Illinois (Estados Unidos) sobre dos millones de tuits. Jesse Preston, una de las investigadoras, explica el porqué: «Las comunidades religiosas son muy sociales. El solo hecho de pertenencia conecta unas personas a otras, y tal vez es esta la conexión que puede hacer más feliz a la gente». (Zenit.org: Roma, 23 de julio de 2013).
❚ Gran concentración católica.

En 2013 se produjo en Brasil la mayor concentración humana con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. A la misa de clausura con el Papa Francisco asistieron
3,7 millones de católicos, principalmente católicos venidos de todo el mundo. En la oración de la noche, participaron cerca de 3,5 millones de jóvenes en la playa de Copacabana. (Zenit.org: Río de Janeiro, 31 de julio de 2013).

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Dialogamos
1 ¿Qué hecho te resulta más curioso? ¿Por qué?
2 ¿Qué opinas de los jóvenes católicos que aparecen en esta fotografía
de la Jornada Mundial de la Juventud?
3 ¿Qué opinas sobre el origen divino del ser humano? ¿Por qué?
4 ¿Para qué sirve actualmente la religión?

1º bac: T.1= INVENTO DE RELIGIÓN

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1.DIFERENCIA ENTRE SECTA Y RELIGIÓN:
Una religión consiste en la creencia o adoración de un Dios o de varios dioses.Esto también consiste en un compromiso personal con el Dios o con los dioses que se alaban, incluyendo devoción de obediencia a los mandamientos divinos,conforme estén estampados en las “Sagradas Escrituras” de dicha religión.
En el caso del Cristianismo,por definición la Religión Cristiana incluye un compromiso de fe en Jesucristo que va más allá de los limites de una ideología.
Una secta es similar a un culto religioso*, con la excepción de que Secta sugiere “discrepancia” o “división” del grupo o doctrina madre.
A menudo es mayor que un Culto religioso y muchas sectas crecen hasta convertirse en
denominaciones.
También se puede decir que una secta es una trampa que tiene control sobre la mente: la
persona que se une a la secta nunca quiso verse como parte de una trampa. Son personas engañadas; creyeron estar uniéndose a algo maravilloso cuando en realidad se han unido a algo sumamente destructivo. Las emociones,pensamientos, acceso a información y la conducta se hallan sumamente controlados a través del aislamiento un rígido estilo de vida que llega a ser siniestro. Es así un refugio. Rechazan la sociedad,sus valores e instituciones y se conservan puros,perfectos y salvados.
Como vemos,las sectas tratan de conseguir su autonomía,pero no respetan la del otro.En
esto está presente la inestabilidad,la incertidumbre,y la soledad.Ellos se creen poseedores absolutos de la verdad. Solo los miembros de las sectas son “elegidos”,aceptados por Dios. El adepto es la luz y como estamos en los últimos tiempos hay que prepararse para la salvación. Se resaltan las vivencias personales y la experiencia religiosa,se crea una dependencia psicológica de líder y del grupo.Para ser miembro de una secta es preciso una adhesión voluntaria y libre a sus valores y normas,exige ser miembro “vivo” , militante,y activo. Ellos se consideran “santos” y los demás son pecadores.Han de estar dispuestos al sacrificio y a seguir fuertes normas éticas. Para ellos no es importante la formación sino el carisma,la vivencia,la entrega al ideal del grupo. El grupo secta debe funcionar correctamente.Para ello,nada mejor que una autoridad que mande con decisión.Esta viene del maestro que ha tenido una “experiencia”peculiar o “revelación”. A fin de ser un buen miembro la persona debe aprender a manipular sus propios procesos de pensamiento.Otro punto clave del control del pensamiento se basa en entregar a los miembros para que bloqueen cualquier información que sea crítica con el grupo. Como recompensa consoladora el grupo sectario le hace creer al fiel que él es el de los “dignos”de pertenecer a la secta,es elegido,es salvado.
La idea más importante de la predicación es la conversión.Se pide un cambio de vida,la
ruptura con el pasado marcado por el pecado,el vicio,el mal,el error.
Los mecanismos son reorientados para que defiendan la nueva identidad que le ha proporcionado la secta,esto incluye:
• NEGACIÓN:Lo que dicen los demás no es cierto.
• RACIONALIZACIÓN: Esto que dicen los demás ocurre porque hay razones muy
buenas para que ocurran.
• JUSTIFICACIÓN: Es que eso ocurre por que tiene que ser así.
• DESEO INTELECTUAL: Eso que dicen no es verdad porque ellos quieran que lo sea.
*La palabra “Culto” viene de cultus y significa “veneración” o “alabanza”.Como regla general,los cultistas permiten que una idea o noción no-bíblica se desarrolle en
su corazón.Conforme crece ese concepto erróneo,el cultista tiende a abandonar la
Iglesia Cristiana Verdadera.Esta persona es dinámica,y tiene “carisma” , a menudo
atrae personas hacia sí mismo y ejerciendo control,influencias psicológicas,enseñanzas amañadas e influencias oscuros , forma un grupo cultista.

PREGUNTA 

Pero si el Dios que está en los cielos, que ha salvado y unido, es Uno solo y es El que se ha revelado en Jesucristo, ¿por qué ha permitido tantas religiones?

¿Por qué hacernos tan ardua la búsqueda de la verdad en medio de una selva de cultos, creencias, revelaciones, diferentes maneras de fe, que siempre, y aún hoy, crecen en todos los pueblos?

RESPUESTA 

Usted habla de «tantas religiones». Yo, en cambio, intentaré mostrar qué es lo que constituye para estas religiones el elemento común fundamental y la raíz común.

El Concilio definió las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas en la Declaración conciliar que comienza con las palabras Nostra aetate («En nuestro tiempo»). Es un documento conciso y, sin embargo, muy rico. Se halla contenida en él la auténtica transmisión de la tradición; cuanto se dice en él corresponde a lo que pensaban los Padres de la Iglesia desde los tiempos más antiguos.

La Revelación cristiana, desde su inicio, ha mirado la historia espiritual del hombre de una manera en la que entran en cierto modo todas las religiones, mostrando así la unidad del género humano ante el eterno y último destino del hombre. La declaración conciliar habla de esa unidad al referirse a la propensión, típica de nuestro tiempo, de acercar y unir la humanidad, gracias a los medios de que dispone la civilización actual. La Iglesia considera el empeño en pro de esta unidad una de sus tareas: «Todos los pueblos forman una comunidad, tienen un mismo origen, puesto que Dios hizo habitar a todo el género humano sobre la faz de la tierra; y tienen también un solo fin último, Dios, cuya providencia, manifestación de bondad y designios de salvación se extienden a todos. […] Los hombres esperan de las diversas religiones la respuesta a los recónditos enigmas de la condición humana, que ayer como hoy turban profundamente el corazón del hombre: la naturaleza del hombre, el sentido y el fin de nuestra vida, el bien y el pecado, el origen y el fin del dolor, el camino para conseguir la verdadera felicidad, la muerte, el juicio y la retribución después de la muerte y, finalmente, el último e inefable misterio que envuelve nuestra existencia, de donde procedemos y hacia el que nos dirigimos. Desde la antiguedad hasta nuestros días, se halla en los diversos pueblos una cierta sensibilidad de aquella misteriosa fuerza que está presente en el curso de las cosas y en los acontecimientos de la vida humana, y a veces también se reconoce la Suprema Divinidad y también al Padre. Sensibilidad y conocimiento que impregnan la vida de un íntimo sentido religioso. Junto a eso, las religiones, relacionadas con el progreso de la cultura, se esfuerzan en responder a las mismas cuestiones con nociones más precisas y con un lenguaje más elaborado» (Nostra aetate, 1-2).

Y aquí la declaración conciliar nos conduce hacia el Extremo Oriente. En primer lugar al este asiático, un continente en el cual la actividad misionera de la Iglesia, iniciada desde los tiempos apostólicos, ha conseguido unos frutos, hay que reconocerlo, modestísimos. Es sabido que solamente un reducido tanto por ciento de la población, en el que es el continente más grande del mundo, confiesa a Cristo.

Esto no significa que la tarea misionera de la Iglesia haya sido desatendida. Todo lo contrario, el esfuerzo ha sido y es cada vez más intenso. Pero la tradición de culturas muy antiguas, anteriores al cristianismo, sigue siendo en Oriente muy fuerte. Si bien la fe en Cristo tiene acceso a los corazones y a las mentes, la imagen de la vida en las sociedades occidentales (en las sociedades que se llaman «cristianas»), que es más bien un antitestimonio, supone un notable obstáculo para la aceptación del Evangelio. Más de una vez se refirió a eso el Mahatma Gandhi, indio e hindú, a su manera profundamente evangélico y, sin embargo, desilusionado por cómo el cristianismo se manifestaba en la vida política y social de las naciones. ¿Podía un hombre que combatía por la liberación de su gran nación de la dependencia colonial, aceptar el cristianismo en la forma que le era presentado precisamente por las potencias coloniales?

El Concilio Vaticano II ha sido consciente de tales dificultades. Por eso, la declaración sobre las relaciones de la Iglesia con el hinduismo y con las otras religiones del Extremo Oriente es tan importante. Leemos: «En el hinduismo los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía; buscan la liberación de las angustias de nuestra condición, sea mediante formas de vida ascética, sea a través de la profunda meditación, sea en el refugio en Dios con amor y confianza. En el budismo, según sus varias escuelas, se reconoce la radical insuficiencia de este mundo mudable y se enseña un camino por el que los hombres, con corazón devoto y confiado, se hagan capaces de adquirir el estado de liberación perfecta o de llegar al estado de suprema iluminación por medio de su propio esfuerzo, o con la ayuda venida de lo alto» (Nostra aetate, 2).

Más adelante el Concilio recuerda que «la Iglesia católica no rechaza nada de cuanto hay de verdadero y santo en estas religiones. Considera con sincero respeto esos modos de obrar y de vivir, esos preceptos y esas doctrinas que si bien en muchos puntos difieren de lo que ella cree y propone, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. Pero Ella anuncia y tiene la obligación de anunciar a Cristo, que es ..camino, verdad y vida» (Juan 14,6), en quien los hombres deben encontrar la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios ha reconciliado Consigo mismo todas las cosas» (Nostra aetate, 2).

Las palabras del Concilio nos llevan a la convicción, desde hace tanto tiempo enraizada en la tradición, de la existencia de los llamados semina Verbi («semillas del Verbo»), presentes en todas las religiones. Consciente de eso, la Iglesia procura reconocerlos en estas grandes tradiciones del Extremo Oriente, para trazar, sobre el fondo de las necesidades del mundo contemporáneo, una especie de camino común. Podemos afirmar que, aquí, la posición del Concilio está inspirada por una solicitud verdaderamente universal. La Iglesia se deja guiar por la fe de que Dios Creador quiere salvar a todos en Jesucristo, único mediador entre Dios y los hombres, porque los ha redimido a todos. El Misterio pascual está igualmente abierto a todos los hombres y, en él, para todos está abierto también el camino hacia la salvación eterna.

En otro pasaje el Concilio dirá que el Espíritu Santo obra eficazmente también fuera del organismo visible de la Iglesia (cfr. Lumen gentium,13). Y obra precisamente sobre la base de estos semina Verbi, que constituyen una especie de raíz soteriológica común a todas las religiones.

He tenido ocasión de convencerme de eso en numerosas ocasiones, tanto visitando los países del Extremo Oriente como en los encuentros con los representantes de esas religiones, especialmente durante el histórico encuentro de Asís, en el cual nos reunimos para rezar por la paz.

Así pues, en vez de sorprenderse de que la Providencia permita tal variedad de religiones, deberíamos más bien maravillarnos de los numerosos elementos comunes que se encuentran en ellas.

Llegados a este punto sería oportuno recordar todas las religiones primitivas, las religiones de tipo animista, que ponen en primer plano el culto a los antepasados. Parece que quienes las practican se encuentren especialmente cerca del cristianismo. Con ellos, también la actividad misionera de la Iglesia halla más fácilmente un lenguaje común. ¿Hay, quizá, en esta veneración a los antepasados una cierta preparación para la fe cristiana en la comunión de los santos, por la que todos los creyentes -vivos o muertos- forman una única comunidad, un único cuerpo? La fe en la comunión de los santos es, en definitiva, fe en Cristo, que es la única fuente de vida y de santidad para todos. No hay nada de extraño, pues, en que los animistas africanos y asiáticos se conviertan con relativa facilidad en confesores de Cristo, oponiendo menos resistencia que los representantes de las grandes religiones del Extremo Oriente.

Estas últimas -también según la presentación que hace de ellas el Concilio- poseen carácter de sistema. Son sistemas cultuales y, al mismo tiempo, sistemas éticos, con un notable énfasis en lo que es el bien y en lo que es el mal. A ellas pertenecen ciertamente tanto el confucionismo chino como el taoísmo; Tao quiere decir verdad eterna -algo semejante al Verbo cristiano-, que se refleja en los actos del hombre mediante la verdad y el bien morales. Las religiones del Extremo Oriente han supuesto una gran contribución en la historia de la moralidad y de la cultura, han formado la conciencia de identidad nacional en los habitantes de China, India, Japón, Tíbet, y también en los pueblos del sudeste de Asia o de los archipiélagos del océano Pacífico.

Algunos de estos pueblos tienen culturas que se remontan a épocas muy lejanas. Los indígenas australianos se enorgullecen de tener una historia de varias decenas de miles de años, y su tradición étnica y religiosa es más antigua que la de Abraham y Moisés.

Cristo vino al mundo para todos estos pueblos, los ha redimido a todos y tiene ciertamente Sus caminos para llegar a cada uno de ellos, en la actual etapa escatológica de la historia de la salvación. De hecho, en aquellas regiones muchos Lo aceptan y muchos más tienen en Él una fe implícita (cfr. Hebreos 11,6). 

Fuente: Cruzando el Umbral de la speranza
Autor: Juan Pablo II